Bayoz y el Velo de la Novia son dos hermosas cataratas ubicadas cerca del pueblo de Puerto Yurinaki, en la región de Chanchamayo, en la selva central del Perú. Enclavada en el departamento de Junín, esta región es famosa por producir uno de los mejores cafés del mundo y una gran cantidad de cítricos como naranjas, mandarinas y toronjas. Su lujuriante vegetación y su relieve accidentado ofrecen una impresionante diversidad de atractivos naturales. Decenas de cataratas donde bañarse, caminatas en medio de paisajes paradisiacos, actividades de aventura como rápel, canopy, canotaje o bicicleta de montaña se encuentran al alcance del viajero. Está poblada por una gran variedad de mamíferos (monos, venados, zorrinos, osos de anteojos) y aves (loros, el famoso gallito de las rocas) y muchos viajeros visitan la región para observarlos.
Bayoz es una catarata compuesta por dos saltos de agua que suman un total de 55 metros de altura. La segunda caída es más abierta y ofrece una verdadera pared líquida el agua donde rebota en decenas de chorros blancos. La mezcla de colores que ofrece con la densa vegetación alrededor es un encanto para la vista. Se llega después de un recorrido de unos 15 minutos por un camino de barro. Al lado del camino se encuentran varias piscinas naturales con muy poco movimiento de agua, ideales para un chapuzón refrescante. Son también mucho más tranquilas que la poza principal ubicada en el mismo pie de la catarata donde se baña la mayoría de los visitantes y de la población local. Bayoz tiene un espacio de piedra desde donde se puede observar la catarata con calma y tomar fotos, pero también donde se puede cambiar de ropa antes de bañarse. Algunas partes de la poza tiene poca profundidad y los visitantes más pequeños podrán también aprovechar para jugar en el agua.
El Velo de la Novia está ubicado muy cerca de Bayoz, pero ofrece un espectáculo totalmente diferente. Tiene una caída única de 50 metros que lleva el agua hacia un estrecho cañón con paredes alcanzando los 100 metros de altura. A la diferencia de la mayoría de las cataratas, se llega por la parte superior. Es una experiencia verdaderamente única la de caminar al lado de las aguas del río y verlas desaparecer al caer al precipicio. Un pequeño mirador permite observar de cerca la caída sin correr peligro. El camino que baja hacia el fondo del cañón es bastante empinado y resbalante pero se instalaron barandas para garantizar un máximo de seguridad. Sin embargo, se recomienda bajar con mucho cuidado. Una vez abajo, la escena que presenta la catarata es inigualable. Las inmensas paredes rocosas que forman el Cañón Yurinaki por donde se escapan las tumultuosas aguas, la caída libre de la catarata y los árboles que parecen surgir de la misma roca conforman una verdadera obra maestra de la naturaleza. Se puede también bañar en el río aunque la corriente es mucho más importante que en las pozas de Bayoz.
Para acceder a ambas cataratas se pasa por un puestito de control con kioscos que venden comida, bebidas y hasta ropa de baño y sandalias. Hay también baños y lugares para cambiarse.
Las cataratas Bayoz y Velo de la Novia ofrecen un escenario refrescante en medio del calor de la selva. A cambiarse y a aprovechar una tarde de baño en el corazón de una de las regiones más hermosas de la selva peruana !
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