El Cerro San Cristóbal es un cerro de unos 300 metros de altura ubicado entre los distritos de Rímac y San Juan de Lurigancho, a poca distancia del Centro Histórico de Lima, en el lado norte del río Rímac. Desde la cima, y si el clima lo permite, se puede apreciar gran parte de la ciudad. Una impresionante cruz de 20 metros de altura corona el cerro. De noche, está iluminada y se puede ver desde varios kilómetros a la redonda. Posee también un pequeño museo de sitio donde se puede observar fotografías de Lima a través de las épocas e informarse acerca del cerro y su historia.
Considerado un “apu” (o montaña sagra) por los incas, el cerro siempre tuvo un papel religioso importante para los habitantes de la región. Poco después de la fundación de la ciudad de Lima por los conquistadores españoles en 1535, se erigió una gran cruz de madera en su cima. Fue destrozada por los mismos incas durante el asedio de la ciudad en 1536. Una vez derrotado el ejército inca, se volvió a construir una nueva cruz y se bautizó el cerro con el nombre de San Cristóbal, en honor al santo del día en el cual se ganó la batalla.
A inicios del siglo XX, se empezó la construcción de la cruz actual, de 20 metros de altura y realizada en hormigón y fierro. Fue una iniciativa del sacerdote Franciscano del Convento de los Descalzos, Francisco Aramburú. Se inauguró en 1928 y desde entonces, todos los años, miles de fieles realizan una peregrinación hacia la cima del cerro en Semana Santa y oran delante de las 14 estaciones simbolizando la Pasión de Cristo. Es también muy visitada el primer domingo de mayo, día de la “Fiesta de Las Cruces”. En la actualidad, la cruz cuenta con un sistema de iluminación y se puede ver desde varios distritos de la capital, especialmente en verano.
La vista panorámica que se tiene de la ciudad de Lima desde la cima del cerro vale dedicarle las 2 horas que toma su visita. Se recomienda contratar un tour en bus desde la misma Plaza de Armas ya que el cerro está ubicado en una zona pobre y no muy segura de la capital.
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