Las Lagunas de Llanganuco, Chinancocha (laguna hembra) y Orconcocha (laguna macho), se encuentran en el Parque Nacional Huascarán, a 80 kilómetros al norte de la ciudad de Huaraz. El Parque Nacional Huascarán es famoso por tener en su territorio a 16 picos nevados por encima de los 6000 msnm, y al punto culminante del Perú y de toda la zona intertropical : el nevado Huascarán (6768 msnm). El mismo nevado que flanquea a las dos lagunas.
Las lagunas se ubican a respectivamente 3850 y 3860 msnm, en la magnífica quebrada de Llanganuco. Con su hermoso color turquesa, son unas de las más bellas del Perú. No se fíen de su tentador color, la temperatura del agua en la superficie es de apenas 7ºC ! Alrededor de la primera laguna, Chinancocha, existe un camino que permite un pequeño paseo. Se pueden observar unos extraños árboles llamados queñoal o queñua. Extraños porque su tronco pareciera hecho de múltiples hojas marrones que se desprenden en delgadas capas. La segunda laguna, Orconcocha, ubicada a una distancia de unos 1000 metros de la primera es menos visitada pero no menos hermosa. Se puede ir a pie o en carro por una pista afirmada.
Las dos lagunas provienen del deshielo de los nevados cercanos : Huascarán, Huandoy, Pisco, Yanapaccha y Chopicalqui. Pero una leyenda da otra versión de su origen. Hay muchas versiones de la misma leyenda, muy parecidas entre ellas. Se cuenta que hace mucho tiempo, vivía en el Callejón de Huaylas, una poderosa tribu. El jefe de la tribu tenía una hermosa hija llamada Huandi, que deseaba casar con el monarca de una tribu vecina. Pero la princesa estaba enamorada de un joven soldado de la guardia de su padre, Huáscar. Algunas noches, la princesa y el joven soldado se encontraban en un jardín cercano. Una de esas noches, fueron sorprendidos por un servidor del padre de la princesa. Ese dio libre curso a una terrible cólera, sintiéndose traicionado por su hija y por el joven soldado. Les prohibió volverse a ver jamás. Pero los dos jóvenes decidieron huir para vivir plenamente su amor, desafiando al padre de la princesa. Una noche, lograron escapar del pueblo pero fueron rápidamente alcanzados por los soldados del monarca y este ordenó un castigo terrible para los dos jóvenes. Fueron atados a unas rocas, a una distancia tal que se podían ver, pero no se podían tocar. Y fueron abandonados a la intemperie, al frío y a la nieve, teniendo cada uno que soportar la visión del sufrimiento y de la muerte del otro. Un día el Dios Sol, Inti, se apiadó de ellos y los convirtió en dos majestuosos nevados : el Huascarán y el Huandoy. Y de las lágrimas de los dos enamorados nacieron dos lagunas : Orconcocha y Chinancocha.
En la actualidad, esas dos lagunas, con los nevados como tela de fondo, son unas de las más hermosas de toda la sierra peruana. Es además ideal para pasar el primer día en altura ya que no requiere un gran esfuerzo para visitarlas.
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